miércoles, 21 de noviembre de 2012

Coleccion privada de D. Ramon Magriña Berga



 A simple vista, nadie diría que unas sencillas naves junto a la carretera que bordea el centro urbano del pequeño pueblo de Masllorenç (Baix Penedès) esconden una de las mejores colecciones privadas de coches clásicos del planeta. Ni siquiera un entorno tan poco glamuroso consigue aminorar el poder de seducción que siempre tuvieron las joyas de las marcas más legendarias: Rolls Royce, Ferrari, Jaguar, Cadillac, Porsche, BMW, Aston Martin, Maserati..., entre las más conocidas, y otras para sibaritas de las cuatro ruedas como Horch, Napier, Berliet o Winton. Así hasta 64 automóviles -desde principios del siglo XX hasta los años 70- en perfecto "orden de marcha", restaurados hasta el mínimo detalle, de 36 marcas históricas distintas. Un paraíso irresistible para cualquier aficionado al motor.


"Al ver el exterior, algún invitado ilustre pensó que se trataba de una aventurilla de pueblo, pero cuando entran aquí se quedan mudos y no se lo pueden creer", explica orgulloso Ramón Magriñá, íntimo amigo del periodista Luis del Olmo y culpable de este impresionante tesoro quecomenzó a acumular hace 35 años con un "cinco caballos", el primer Citröen. Con los años, junto a él han ido aparcando otras piezas de valor incalculable como el mítico Pegaso descapotable de ocho cilindros (apenas se han conservado 40), el legendario Rolls Royce Silver Ghost (el primer gran Rolls, que dio fama a la marca de la estatuilla), un deportivo Soriano-Pedroso (fabricado a inicio de los años 20 en Biarritz por dos aristócratas para carreras de montaña) o el irrepetible Campeador de 1967, el primer súperdeportivo fabricado íntegramente en Cataluña por Artés de Arcos, único en el mundo.

Ramón nos recibe sonriente a pie de taller, en una nave anexa, dondeestá restaurando un precioso Maserati de los 60 de color azul cobalto. Acaban de colocarle el motor, un V8 absolutamente impecable, que repasa y acaricia con la mirada. "Además de restaurar a fondo -explica- lo que nos llega, a veces en estado lamentable, cada coche requiere su investigación para saber cuáles son las piezas originales, porque los suelen modificar; luego es cuestión de moverse por ferias especializadas para encontrar repuestos, y si no hay, fabricarlos".

Aquel primer "cinco caballos" de Citröen fue el germen de lo que estaba llamado a convertirse en el Museo Internacional del Automóvil de Roda de Barà -localidad cercana a Masllorenç, donde vive Ramón-, cuyo solar está reservado muy cerca del famoso arco romano. El proyecto, presupuestado en seis millones de euros, duerme el sueño de los justos en un cajón por falta de financiación de los fondos europeos Feder.

Este singular museo privado es visitable previo contacto con Ramón (977 628131), una auténtica enciclopedia viviente en 'su' materia, que gusta de enseñar personalmente la colección: "A la gente que viene, normalmente bastante entendidos, le encanta conocer los detalles, y hay que saber contestar adecuadamente a las preguntas". Acostumbra a abrir los fines de semana, pero también atiende peticiones más personalizadas, sobre todo de clubes de automovilismo. Habitualmente se cobra cinco euros por visitante.

"Se van maravillados y muy agradecidos por la visita", como consta en las numerosas placas de reconocimiento que se acumulan en una vitrina saturada de trofeos. Allí están también sus incontables premios en rallyes de época, bien por la calidad de sus coches, o bien por la regularidad de sus clasificaciones. "El último que hice, con un Rolls Royce, lo patrocinó la cadena hotelera Kampinsky por Croacia, Eslovenia y Eslovaquia; fue fantástico y el coche se comportó a la perfección".

La colección Magriñá se completa, en el piso superior, con dos salas dedicadas a la motocicleta. Una es para las motos de carreras, que alberga -entre otras- las últimas monturas de Aspar, Cardús, Sito Pons o Fonsi Nieto. La otra, para las de calle: Harley Davidson, Norton, Indian, Vincent, BSA, Horex... una oda a las dos ruedas que se cierra en un último piso con una alucinante selección de bicicletas históricas, la huella de la gran afición juvenil de Ramón Magriñá por el ciclismo.
Localización:
Col·lecció Ramón Magriñà 
C/. Major, 27
43718 Masllorenç
Tel. 977 62 80 55
Fax 977 62 81 54
moblesmagrina@hotmail.com



Fuentes:
http://www.elmundo.es

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